El solsticio de invierno, que era muy celebrado en el mundo prehispánico, con festejos y danzas religiosas que duraban varios días. A la llegada de los religiosos europeos estas celebraciones se sustituyeron por las festividades de las posadas, el nacimiento de Cristo y las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
Su mayor trascendencia puede deberse también a su cercanía el principio del año indígena que se efectuaba en febrero,y la celebración del dios Huitzilopochtli.
La diferencia en cuanto a la importancia social y religiosa de estos acontecimientos solares pueden deberse a razones climatológicas ya que el solsticio de junio ocurre cuando hay mayor nubosidad.
Además, por la posición sur del sol en diciembre, su salida o puesta se verifica en varios templos religiosos prehispánicos y en la posición de muchos de los volcanes en México.
Este lugar, también era imprescindible en las fechas decembrinas. Aquí, los mexicasobservaban el fenómeno del solsticio de invierno, hoy cae en el 21 de diciembre según el calendario gregoriano. Con un punto-referencia en el Iztaccíhuatl observaban cómo el sol se ocultaba en el día más oscuro del año para dar paso a días cada vez más luminosos.
En este video puedes ver la figura del Iztaccíhuatl, justo desde el punto donde los mexicas celebraron esta fecha, y un lugar sagrado, donde también, cada 52 años, celebraban aquí su ciclo con la conocida ceremonia de “Fuego Nuevo”.