Cuando tenemos el placer de encontrarnos con un gran árbol nos impacta la vibración intensa que despide. Nos acercamos despacio, con un sentimiento de respeto espontáneo, a su cuerpo poderoso. Algunos de estos grandes árboles se han convertido en verdaderos Guardianes maestros de Sabiduría del Reino Vegetal. Muchos de ellos son sanadores.
Cuando estamos en desarmonía, cuando nuestra energía vital se escapa por las grietas creadas por nuestras emocione perturbadas, los Árboles Sanadores pueden reequilibrarnos y hacer desaparecer nuestros malestares. El aura beneficiosa de un gran árbol se extiende alrededor del mismo, a veces en decenas de metros.
A menudo, el diámetro de su copa delimita la vibración de mayor intensidad de su aura. podemos sentarnos apoyando la espalda en su tronco pidiéndole amorosamente que restablezca nuestra armonía, confiándonos a su cuidado. Al poco tiempo sentiremos cómo nos recorre una corriente vital poderosa, clara y sanadora, con la que podemos mantener la conexión incluso a gran distancia.
Esta faceta de los árboles nos puede ayudar a comprender una vez más la cantidad de Amor del que cada criatura dispone, a entender hasta qué punto es maravilloso el amor. Amar y ser amados… Los árboles son amigos del hombre- Árboles para producir oxígeno, para nuestro alimento, para nuestro fuego. Árboles que frenan aluviones y corrimientos de tierra, árboles para la protección de pequeñas criaturas. Árboles para la Belleza de nuestra Tierra. Árboles que ofrecen un bálsamo de armonía serena a nuestra alma.