Cuando un colibrí aparece, viene a contarnos que las almas de los que amamos están bien.

También, traen amor y bienestar como ninguna otra medicina puede hacerlo.

Y su simple presencia trae paz y alegría.

La cultura maya cuenta que si un colibrí vuela a tu alrededor tomarán tu deseo y lo llevarán a los demás y, en el caso que no dispongas de esa oportunidad, aprovecha aquí y ahora para realizar tu deseo.

Es el mensajero y guardián del tiempo pues no hay nadie capaz de batir las alas a su velocidad y por eso también es la alegría y la vitalidad. Por la gran energía que utiliza.

Origen y leyenda del colibrí

En las leyendas mayas se dice que los dioses crearon todas las cosas en la Tierra y, al hacerlo, a cada árbol, a cada animal y a cada piedra le encargaron un trabajo. Cuando ya habían terminado, se percataron que necesitaban también a un encargado de llevar sus deseos y pensamientos de un lugar a otro. Necesitaban un mensajero.

Como ya no les quedaba más barro ni maíz para crear más seres, tomaron una piedra de jade y con ella tallaron una flecha muy pequeña. Entonces, soplaron sobre ella y la pequeña flecha salió volando. Y la flecha… cobró vida pues los dioses habían creado al colibrí. Nació tan frágil como bello y podía acercarse a las flores más delicadas sin mover un sólo pétalo. Sus plumas brillaban bajo el sol como gotas de lluvia y reflejaban todos los colores del arco iris.

Entonces, los hombres intentaron atrapar a ese hermoso pajarito para adornarse con sus plumas. Los dioses, al verlo, dijeron: “si alguien osa atrapar algún colibrí, éste morirá”. Por eso es que los mayas siempre admiraron y respetaron al colibrí y éste pudo llevar a cabo el encargo de ser mensajero de los dioses para lo que fue creado.

El colibrí lleva de aquí para allá el pensamiento de los hombres. Si alguien te desea el bien, el colibrí tomará ese deseo y lo llevará a ti.

¡Que la Magia Amorosa de la Nauraleza transforme tu corazón!