La Memoria
“Identifica las rutinas que ya no tienen sentido y crea una nueva y más divertida”
La memoria es una facultad emplazada en la conciencia, en la esencia de los seres sensitivos. Plantas, animales e incluso minerales poseen esta facultad aunque desarrollada según el grado de conciencia propia del nivel de evolución que se haya alcanzado. Hay en ellos una memoria instintiva que les permite guardar las grabaciones de impresiones y las consecuecias de experiencias.
El ser humano tiene aún más desarrollada esta facultad y no sólo la utiliza para preservar la vida sino para facilitar su conocimiento y su actividad en el mundo.
Identifica una costumbre o un hábito automático, esa especie de rito mecánico que se repite en tu día a día.
Decide interrumpirlo y crea variantes para un nuevo comportamiento.
A veces se trata de gestos que se convierten en tics de los que no te das cuenta.
Obsérvate y descúbrelos o pregunta a quien le tengas más confianza qué es lo que detectan reiterativo en ti.
Ello te ayuda a aprender a observarte con más atención, con más presencia del sentido de lo que haces.
Cuando lo hayas encontrado, haz conciencia de ello y luego declara: “Ahora que te he reconocido, soy yo quien tiene el poder sobre ti” y cambia esa rutina por otra más divertida o diferente.
A veces volverás a esa reacción automática pero ya tendrás conciencia de ella y verás que hacerlo diferente refresca la energía vibracional que traerá a ti nuevas y maravillosas experiencias.
Naturaleza en Armonía 