Solsticio de Invierno

“Hace miles de años que en nuestro planeta todas las culturas celebran sobre una Cruz los 4 aspectos del Ser Global: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.

“El 21 de Diciembre, se celebra el comienzo de 3 días de Estabilidad del Sol antes de su Re-Nacimiento anual el 25 de Diciembre, algo que los Romanos llamaban Nativitas (nacimiento en latín).

“Del 22 al 30 de Diciembre se cuentan los 9 días del final del Año, para la celebración de este nacimiento solar, algo descrito por antiguos como “la búsqueda de la iluminación, el retorno de la sabiduría”.

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“En Escandinavia, los 9 días son los 9 mundos que prenden del Fresno Sagrado, Yggdrasil, donde Odín Wotan, Dios de Asgard (el Cielo) se dirigió para buscar la Sabiduría, donde encontró las Runas que prendían de Él, regalo preciado de la Divinidad para los Humanos de Midgard (Tierra Media).

“En toda Europa y Asia la celebración del Natalis Solis era común en todos los pueblos, y la aparición del Cristianismo adoptó la cultura popular nombrando a su Salvador como Dios Sol, haciéndolo “nacer” el 25 de Diciembre.

“Los nórdicos y celtas ahora Cristianos infundieron la tradición del Dios Odín y sus obsequios en el Árbol donde prenden las esferas celestes, uniendo la tradición pagana para armar el primer Árbol de Navidad, al cual un Viejo Barbudo se acercaba para en sus pies dejar los regalos al mundo.

Posteriormente, esta tradición se uniría a otras, como el buen San Nikolai, para los norteños Saint Klaus.

Santa“El Arbolito, Jesús, Santa Claus, Regalos bajo el Fresno/Pino, Bolas y luces colgando del árbol, 25 de Diciembre, Solsticio… cuando uno comienza a ver la historia tiene dos opciones:

1) Sentirse engañado durante cientos de años y darte cuenta de que han mentido y que nada de lo que se celebra es lo que contaron…

2) Ver cómo la historia es un camino hacia la Integración de todas las partes que estaban separadas.

“Más allá de las creencias, diferencias y aspectos culturales que nos unan o diferencien, hay algo de lo que no podemos escapar:

“La Navidad es algo científico y real que nos afecta a todos, es el Nacimiento del Sol tras el Solsticio, la esperanza del retorno de la Primavera, de descubrirnos en un nuevo ciclo, de florecer, de unirnos como Mundo en un día común y planetario de esperanza, paz y armonía, tal vez no desde la cultura, pero sí algo que podemos sentir en nuestro organismo.

“El Sol comienza su camino hacia lo alto (norte) y hacia abajo (sur), y esto es la máxima unidad por la que debemos Celebrar Todos.”     ~ Matías Di Stefano

Solsticio de Invierno y sus rituales

En la cultura celta, la festividad del solsticio de invierno recibía el nombre de Yule. El Yule designa el momento en que la rueda del año está en su momento más bajo, preparada para subir de nuevo.

En Escandinavia existía la tradición de celebrar el Yule con bailes y fiestas. También se sacrificaba un cerdo en honor de Frey, dios del amor y la fertilidad, que según la creencia controlaba el tiempo y la lluvia.
Durante la festividad de Yule era tradicional quemar el tronco de Yule, un largo tronco de árbol que iba ardiendo lentamente durante toda la temporada de celebraciones, en honor del nacimiento del nuevo sol. De esa tradición proceden los pasteles en forma de tronco (troncos de chocolate) que hoy en día se comen en Navidades.

El culto a los árboles

Los antiguos celtas creían que el árbol representaba un poder, y que ese poder protegía y ayudaba al árbol. Los bosques sagrados servían como templo a los germanos.
Para los galos, la encina era un árbol sagrado sobre el que los druidas, sacerdotes celtas guardianes de las tradiciones, recogían el muérdago siguiendo un rito sagrado.
Esta tradición, heredada a través de los siglos, sirvió de inspiración para el actual árbol de Navidad.

¡Que la Magia Amorosa de la Naturaleza Transforme Tu Corazón!