Los arboles son muy poderosos. No solo pueden absorber dióxido de carbono y transformarlo en oxígeno, sino que también pueden absorber energía negativas y convertirlas en positivas.
Los árboles están profundamente arraigados en la Tierra, y sus raíces son más profundas al mismo tiempo que sus copas se elevan a los cielos. Los árboles absorben simultáneamente la energía de la Tierra y la Fuerza Universal del Cielo.
Los árboles y todas las demás plantas poseen la capacidad de absorber la luz de las energías y convertirla en alimento; de hecho, gran parte de sus necesidades nutricionales dependen de la luz, mientras que el agua y las sales minerales representan solo el 30%.
Los árboles pueden vivir mucho tiempo.
Los árboles como sanadores y amigos.
Los árboles son las plantas terrestres más grandes y más avanzadas espiritualmente. Están constantemente meditando y la energía sutil es su lenguaje natural. Cuando tu capacidad de entender este lenguaje aumenta, puedes comenzar a establecer una relación con ellos.
Los árboles pueden ayudarte a abrir tus canales de energía y cultivar la calma, la presencia y la vitalidad. A cambio, puedes ayudarles a eliminar sus bloqueos y partes desvitalizadas. Es una relación mutuamente beneficiosa que merece ser cultivada.
Aunque los pinos son a menudo la mejor opción, se pueden usar muchos otros tipos de árboles o plantas. Los más grandes contienen el máximo de energía y los mejores son aquellos que se sientan cerca de los arroyos.
Algunos de ellos son más cálidos o más calientes que otros, algunos más serios o más fríos, y solo la práctica te permitirá distinguir las diferentes propiedades de las diferentes especies.
No es necesario ir a un bosque para encontrar el árbol adecuado para ti.
Los árboles que están acostumbrados a tener gente alrededor, incluyen nuestra energía y en realidad son más accesibles y disponibles que los de las áreas más salvajes o silvestres.
Los parques urbanos y los patios suburbanos están llenos de árboles poderosos y accesibles que les encantaría tener vínculos más estrechos con los humanos que dominan su entorno.
Aunque no es necesario escalar un árbol para comenzar una relación, sin embargo, sí revela un mundo completamente nuevo. Trepa asegurándote de no dañar el árbol.
Establece una relación de comunión con un árbol.
Hay formas precisas de acercarse, interactuar, retirarse y dejar un árbol. Siguiendo una progresión específica, puedes crear un ritual de comunión silenciosa que tú y el árbol puedan entender para aumentar el potencial de una interacción armoniosa.
Esta progresión es el resultado de observar el curso natural de los eventos en la comunión de energía sutil y se puede aplicar a cualquier cosa: árboles, rocas, humanos o animales, aunque lo siguiente está diseñado específicamente para árboles.
¡Los árboles nos ayudan a sanar! Así es como puedes usar su energía.
En primer lugar, cada árbol, como cada persona, tiene una personalidad, deseos y una vida propia. Los árboles difieren grandemente en términos de sus gustos en contacto humano. Algunos son muy generosos y están ansiosos de proporcionar toda la energía que puedas tomar.
Otros son débiles o enfermizos y necesitan el beneficio de su propia energía curativa. Algunas son almas amigas que disfrutan de la compañía humana. Otros siguen siendo bastante indiferentes.
Puedes aprender a crecer trabajando con todos ellos. Trata de ser respetuoso y abierto en lugar de presionarlos para aprovecharlos para tus propósitos. De esta manera, te proporcionarán algo más que energía Chi como amistad, expresión alegre y amor.
Una vez que hayas elegido tu árbol, visítalo regularmente para que el árbol sepa cuándo esperarte y espere ansiosamente para verte. Es posible que tengas la impresión obvia de que el árbol realmente extraña tu presente cuando estás ausente por más tiempo de lo habitual.
Cuando lo visites, tómate tu tiempo para relajarte y fundirte en esa comunión. Deja que el árbol te guíe en las maravillas de tu vida interior.
Naturaleza en Armonía 